¿Qué es un PEP?
PEP significa persona políticamente expuesta. Se trata de una persona a la que se ha confiado una función pública destacada. Por ejemplo, altos cargos políticos, jefes de Estado, jueces, embajadores, etc.
Además, los conocidos cercanos o los familiares de estas personas también pueden considerarse PEP.
Tanto los funcionarios nacionales como los extranjeros pueden ser considerados PEP. Dependiendo de la institución financiera de que se trate, pueden recibir un trato diferente.
¿Por qué es importante saber si una persona es una PEP?
Es importante saber si un cliente es una PEP porque supone un riesgo adicional para una institución financiera. Dado que están implicadas en decisiones políticas, pueden tener conocimiento interno de la próxima legislación o estar al tanto de acontecimientos que están fuera de la esfera pública actual, las personas políticamente expuestas corren automáticamente más riesgo de estar implicadas en prácticas corruptas, como el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo, o de ser un objetivo de las mismas.
¿Cómo se convierte una persona en PEP?
Definir los términos de una PEP puede resultar difícil. El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) proporciona periódicamente directrices, pero su administración depende de cada institución financiera y de su perfil de riesgo. No hacerlo correctamente expone a estas empresas al riesgo de sanciones y/o multas.
No hay un marco temporal establecido para el tiempo que alguien sigue siendo una persona políticamente expuesta. Algunos permanecen como PEP de por vida. En general, la mayoría de los países especifican que la condición de persona políticamente expuesta expira entre 12 y 18 meses después de que un funcionario público abandone su cargo.
¿Cómo se comprueba si una persona es una PEP?
Es posible identificar a una PEP mediante comprobaciones de diligencia debida. En la mayoría de los casos, no es posible identificar a una PEP con las comprobaciones básicas de conocimiento del cliente (CSC) y diligencia debida con el cliente (DDC).
Para identificar a una persona políticamente expuesta, la mayoría de las instituciones financieras aplicarán controles reforzados de diligencia debida (EDD). Se trata de requisitos más exhaustivos de lo que se exige habitualmente.
¿Es malo ser un PEP?
No. El hecho de clasificar a alguien como persona políticamente expuesta no impide automáticamente que una institución financiera acepte a esa persona como cliente. Es simplemente una forma de asegurarse de que son conscientes del riesgo que puede suponer.
No realizar los controles adecuados de los clientes y las infracciones resultantes pueden dar lugar a sanciones penales y reglamentarias que a menudo incluyen multas cuantiosas.